domingo, 29 de julio de 2007

Lisboa - Nework - Albuquerque

Hoy a las 5:15 de la mañana comienza todo. Me levento muerto de sueño, me doy una ducha y salgo con mis padres y mis dos hermanos en coche hacia Lisboa, donde tengo que coger el avión a las 12:15 de la mañana. Llegamos con tiempo de sobra, y sin mayores problemas y después de despedirme de mi familia me subo al avión.

El vuelo sale puntual y el avión es más amplio que otros en los que había estado antes. Además, tiene unas televisiones pequñitas para cada 9 asientos donde van poniendo películas, y te dan una manta y una pequeña almohada para apoyar la cabeza. El viaje dura 7 horas y media, pero se me hace bastante corto ya que la mayor parte del tiempo lo paso dormido. Cuando quedan apenas media hora para aterrizar reparten a los pasajeros unos papeles que hay que rellenar para temas de inmigración, en los que te preguntan más cosas absurdas como si traes algo escondido con intención de venderlo en Estados Unidos.

Al llegar a Nework (un aeropuerto del estado de New Jersey) me sorprende que la gente salga corriendo del avión. La razón de esto la descubro cinco minutos después: todos los extranjeros tienen que pasar una entrevista antes de poder pisar tierras yankis. Trás una hora de cola me llega el turno a mí. Un mero trámite: qué vas a hacer en Estados Unidos, donde te vas a alojar y revisarte los papeles.

Después de esto tuve que coger las maletas y registrarlas de nuevo para el nuevo avión. Mientras esperaba dos horitas más de cola conozco a un chico y una chica españoles que iban a estudiar a Monte Rey (México) con una beca similar a la mía. Habían perdido el vuelvo porque el anterior se había retrasado, y les tuvieron que buscar uno nuevo para el día siguiente y un hotel para pasar la noche. Nos damos los e-mails por si acaso algún día decidimos hacernos una visita.

Tanto esperar me había dado hambre. Allí eran las 7 de la tarde, pero en España serían las 12 o la 1, así que decido comer en mi primer restaurante de comida rápida tras mi llegada a América. Como McDonald es muy típico, me decido por un restaurante cuyo nombre no conozco y en el que serven perritos y unas hamburguesas como una pinta menos artifical que las de la M y el payaso. Me pido un menú de "Super Cheese Burger" con bebida y patatas grandes que me supo igual que en cualquier sitio de este tipo, y después de comérmelo y comprarme el último libro de Harry Potter voy a la puerta de embarque.


Aquí es donde se empiezan a torcer las cosas. La puerta de embarque está vacía, a pesar de que el nombre y el número del vuelo son correctos. Me quedo esperando hasta que aparece una chica italiana que se encontraba en la misma situación que yo y me dice que ha habido un error y realmente es la puerta C87 y no la C97, y que además el vuelo viene con retraso. Una hora después y con treinta minutos de retraso sobre el horario previsto estoy montado en el avión.

Esta vez el viaje es nocturno. Me duermo la mayor parte del trayecto, con la extraña sensación de que hemos parado bastante tiempo a mitad de trayecto como en un desierto (seguramente paranoias mías por el cansancio). Poco antes de llegar una mujer se cae al suelo y se queda inconsciente sin ningún motivo, pero la reaniman y la cosa no va a mayores. Por fin, tras pasar una zona de tormenta (se veían los rayos desde la ventanilla), aterrizamos en Albuquerque.

Obviamente, la persona de la universidad que tenía que ir a recogerme no aparece. Son las típicas cosas que me ocurren, así que me lo tomo con humor. Después de esperar una hora y preguntar a un policía que donde pueden estar esperándome, se acerca un taxista. Le cuento la historia y se ofrece a ayudarme a buscar la "Casa Internacional", un lugar dentro del campus donde se supone que tengo una habitación reservada en la que me quedaré hasta que abran la residencia.

El taxista es auténtico: todo vestido de color vaquero, con sus botas, un bigote, una coletilla detrás y una gorra de cuero de Harley Davidson. Vamos a hasta el campus, preguntamos a la policía de allí y tras hacer unas llamadas nos dice que sabe donde es el sitio. Por supuesto, vamos para allá y no lo encontramos, así que el taxista me aconseja que me queda en un motel a una milla de la universidad.

El taxi me cuesta 40 dólares (carísimo para el tiempo que lo usé) y le doy 5 dolares al señor de propina, ya que es costumbre aquí. El motel no es caro, 39$ la noche, pero me suman un suplemento de 6$ por entrar de noche. Es como en las películas, el típico motel americano que sale por ejemplo en Pulp Ficition. La habitación es amplia, tiene teléfono local gratuito, baño individual, una tele muy grande, dos camas y aire acondicionado.


Hablo por teléfono con mis padres para contarles la situación y me conecto a Internet para escribir un mail a la gente de la universidad dándoles mi número de móvil y de habitación y pidiéndoles que se pongan en contacto conmigo lo antes posible para solucionar todo el tema. Después visito rapidamente las webs de los periódicos españoles y escribo estas líneas, ya que mañana me acordaré peor.

Y dicho todo esto me voy a la cama, que estoy muy muy cansado. Ha sido un día duro con tanto viaje y tantas complicaciones. Además mi cuerpo está un poco perdido con la diferencia horaria. Espero que mañana sea un día algo mejor y consiga solucionar todo esto. Pase lo que pase lo escribiré por aquí.

4 comentarios:

NJ dijo...

Estas cosas sólo te pasan a ti macho no sé como lo haces xD. Bueno a ver si tienes suerte y contactan contigo temprano, ya me contarás qué tal con el jet lag y esas cosas malas de los viajes...

Anónimo dijo...

Bueno nene,al menos ya tienes tu primera experiencia 100% made in USA xD.espero que ya se haya solucionado todo,y dentro de unos días te estés riendo con la gente que conozcas de este pequeño incidente.El jet lag tardaras como mucho 2 días,a si que si te notas cansado no te sientas incomodo,descansa y relajate todo lo posible.Ánimo.Besos

Unknown dijo...

Noooo! Vuelveeeee! Te comerán la cabeza, te volverás probush y te odiaré un poquitín!



:)




((No habrás impreso mi foto ni nada....snif))

Anónimo dijo...

Ey... pero vaya aventurilla para empezar, no?? Bueno, ya verás como todo se arregla. Mañana será otro día. Un besote!!