lunes, 13 de agosto de 2007

BBQ Party

El sábado a las 4 de la tarde pasó Julio a recogerme a casa con el coche. Pasamos por un supermercado para comprar unas cervezas y una bolsa de hielo para la fiesta y llegamos a casa de Dustin, que tampoco estaba muy lejos.

La casa era increible para dos chavales de 23-24 años que acababan de terminar arquitectura. Tele gigante con home cinema, futbolín, cocina completa y un jardincito con cesped en el que había construido un pequeño bar con cañas que tenía hasta un cartel con el nombre, TIKI BAR, y luces para iluminarlo de noche. En el jardín también había antorchas en vez de bombillas para darle un mejor ambiente.

Cuando llegué no había mucha gente, y eran todos americanos. Estuvimos hablando un rato, yo sufriendo para entenderles, mientras el chaval de la fiesta preparaba las hamburguesas. El tío se lo curró. Compró la carne picada, preparó las hamburguesas, y luego llenó varios platos con ingredientes para echarles como tomate, champiñones o chile, además de un cubo con hielo y 6 tipos distintos de salsas.

Los filetes los había con queso y sin él. Yo cogí uno con queso y empecé a comerme la hamburguesa, que estaba buenísima, la mejor que he probado en mi vida. De pronto, noté algo muy picante y tuve que parar de comer porque sentía que me ardía la boca. Entonces descubrí que debajo del queso había un chile verde que era el culpable de todo esto. Después de varias risas de los americanos al verme conseguí quitar el maldito pimiento y poder disfrutar de mi hamburguesa, no sin antes haber bebido una buena cantidad de agua para calmarme.

Tras acabar la comida empezamos a jugar a un juego en el jardín. En cada punta de este había un cuadrado de tierra con un palo metálico clavado. La cosa consistía en lanzar unas herraduras desde la otra punta y intentar engancharlas en el palo. Si lo conseguías eran 3 puntos, si la dejabas a menos de una herradura de distancia 1, y si quedaba apoyada sobre el palo 2. El caso es que jugué de pareja con un americano barbudo y perdimos porque yo no hacía practicamente ningún punto.

No mucho más tarde nos marchamos de la fiesta a pesar de que estaba empezando a llenarse porque Julio quería bajar a Downtown por la noche. Cuando llegué a casa no había un gran ambiente festivo, así que nos quedamos hablando y tomando algo todos y luego nos fuimos a la cama.

Mañana me mudo a los dorms. Los estudiantes están empezando a llegar y ahora es cuando empieza realmente todo esto. Y ya falta menos de una semana para empezar las clases... :S

2 comentarios:

NJ dijo...

Sí, las hamburguesas muy ricas pero a que allí no conocen nuestra SANGRÍA xD
A la próxima BBQ que vayas quiero que les lleves una buena sangría española a ver quién se ríe después de un par de barreñitos xD

Febi dijo...

Y a que tampoco hacen MI panceta, MIS filetes, MIS choricillos, muxo queso y chile... pero nada de aliños! ea!